14 Oct Paloma Orts //
(Valencia)
Performer, artista visual y profesora.
Escuchar la tierra, la naturaleza, la persona sentada a mi lado en el vagón del tren, el niño que juega al borde del mar, los gestos de mi madre y remover las sopas con la cuchara de mi abuela. Sentir aquello para mí es el regalo de la vida, es el arte en sí mismo, al que yo sólo respondo y espero que me lo responda a mí, para estar juntas.
Me dediqué a la práctica de la performance y al arte de registrar y archivar memorias y acciones de la vida. Paralelamente soy profesora de arte e imparto talleres en varios tipos de comunidades fuera del ámbito cultural, como necesidad de hacer aflorar en todxs las subjetividades artísticas.
Paloma Orts VENUS
video performance
Venus se muestra como la llamada de la noche, aquel minúsculo punto en el universo que irradia calor hacia nuestros cuerpos y conecta con nuestro centro. Desde el centro nace la energía capaz de equilibrar los diferentes hemisferios, como punto que se abre a la vida y la muerte, como el cordón umbilical que nos conecta con el nacimiento. Tratando de buscar la alquimia entre mi cuerpo y la materia, exploré las posibilidades del hielo sobre mi cuerpo y como al colocarlo sobre el centro, remarcaba ese punto de fuga que irradia calor hacia las extremidades. En cada respiro, en cada bombeo de sangre ambos cuerpos se fueron fusionando, las temperaturas poco a poco se desplazaron de los extremos y las formas solidas se disolvieron. La primera gota, la linea del cordón umbilical que conecta con el sexo femenino, símbolo de unión entre madre e hija. La última gota, la fusión de dos cuerpos que son agua.
para ver la pieza de video performance enviar un correo a espai@materic.org
Paloma Orts Habitant camins
performance
Mi madre me contaba como cada semana los cuerpos y pies de su abuela y familia pisaban un camino de tierras montañosas para ir de la fábrica al pueblo, de Alcoy a Benifato. En la fábrica o en el hogar, extendían una tela, colocaban cuatro trapos de ropa, algo de comida (cebolla y pan) y hacían un nudo en medio. Este saco lo llevaban sobre los hombros y durante 8 horas caminaban entre montañas.
Esta historia, no azarosamente análoga con mi vida, me llevó a establecer un paralelismo con la situación que estaba viviendo en esos momentos. Debido a los contratos temporales que suprimen los meses de verano y a la inflación de la renta en la vivienda, abandoné mi hogar para habitar otros hogares, transitando constantemente caminos foráneos.
Conducida por este cansancio de habitar el camino, mi cuerpo (dentro de un saco de tela con tierra) rodó incansablemente sobre el asfalto de Hospitalet de Llobregat; desde la puerta de un hogar hasta la puerta de una fábrica. Como ritual de limpieza y purificación extrema donde la tierra y la tela calentaban mi cuerpo como las llamas del hogar, pero a la vez el áspero y desolado asfalto entregaban mi cuerpo al azar.
Registro vídeo Felipe Rojas _ Registro fotográfico Marco Pachiega
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